Pleno siglo XXI y muchas son las personas que aún piensan que el fútbol (entre otras cosas) es cosa de hombres, mientras que el sitio de las mujeres está en la casa y en su cuidado...
Desde pequeñas nos han vendido una vida idealizada: princesas sustentadas por valientes príncipes, carros de bebés de plástico que comen y orinan, colores claritos... Mientras que a ellos les ha tocado ser esos rebeldes que juegan con coches y motos, que matan a gente en videojuegos y que visten de azul. ¿Enserio? ¿Edad Contemporánea y seguimos jugando a clasificar vidas según su sexo? Pues no, yo hoy me atrevo a decir que sí, soy mujer y me gusta el fútbol (y más).
Me gusta también el baloncesto, vestir cómoda... mil cosas que en esta sociedad patriarcal me hacen ser tachada de machona. No, queridxs, no me hace falta ser hombre ni homosexual para que me gusten ciertas cosas... A ver si logran comprender que los gustos no tienen etiqueta, ¡no tienes que ser el líder de la manada ni el fan número 1 del fútbol para ser hombre! ¡Ni tienes que usar todas esas cremas anticelulíticas ni ropas de tallas para muñecas para ser, como ellxs dicen, ''femenina''! ¡Basta de ''micro''machismos absurdos y retrógradas! Quiérete, con tus gustos y aficiones, con tus kilos de más o de menos, con tus defectos, con tus virtudes...
Deja que tus hijos jueguen a las Barbies y tus hijas al FIFA, deja que tu primo llore sin necesidad de ser llamado ''maricón''. Hagamos que las etiquetas y los clichés no sean más que un turbio recuerdo de un pasado en el que la ciencia y las tecnologías avanzaban, pero no la forma de pensar.
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